Hay un principio básico que dice: "La materia ni se crea ni se destruye, se transforma". Cumpliendo con esta regla, nos planteamos... ¿Cómo se deshace el cuerpo de la grasa? ¿En qué se transforma? ¿Es posible convertirla en músculo? ¿Cuándo sudamos expulsamos grasa? ¿Si vamos mucho al baño, perdemos grasa? ¿Las cremas disuelven la grasa? ¿Si nos damos masajes, eliminamos la célula de grasa? ¿Si nos hacemos una liposucción, volveremos a acumular grasa?
Entender cómo funciona tu cuerpo te da argumentos para tomar buenas decisiones, así seguir la estrategia adecuada para perder grasa.
El tejido adiposo se encuentra repartido por el cuerpo, cada uno lo localiza de una determinada forma. Por eso hay personas que tienden a acumular grasa en las piernas, otras en la zona abdominal, en brazos... La célula del tejido adiposo es el adipocito, almacena los ácidos grasos. Es como un globo que se "hincha" cuando hay exceso calórico y se "deshincha" cuando hay demanda de energía. El tejido adiposo tiene función energética, aunque luego veremos que interviene también en procesos metabólicos y hormonales.
En general, tenemos un número determinado de adipocitos. Es decir, cuando engordamos crecen en tamaño pero no en número. A menos que haya una obesidad importante, en ese caso sí pueden llegar a reproducirse. Tampoco desaparecen cuando adelgazamos, lo que ocurre cuando hay déficit calórico es que se liberan ácidos grasos y se hacen más pequeños. A excepción de que te hagas una liposucción, en ese caso te extraen adipocitos de una zona determinada. Algo que no recomiendo!! Tener menos adipocitos en el tejido adiposo subcutáneo no evita que acumules grasa en un futuro, solo que acumularás grasa de otra manera. Por ejemplo: En forma de grasa visceral, lo que aumenta el riesgo de producir enfermedades como la diabetes. A nivel estético, acumular grasa tras una liposucción puede provocar abultamientos irregulares en la piel, debido a que la extracción no es "natural" y los adipocitos que quedan se ven forzados a aumentar mucho su tamaño.
La pérdida de grasa debe estar ligada a una vida saludable. Alimentación equilibrada, actividad y descanso.
¿CÓMO SE DESHACE EL CUERPO DE LA GRASA? ¿EN QUÉ SE TRANSFORMA LA GRASA?
Cuando hay déficit calórico y un balance hormonal adecuado las células de grasa liberan a la sangre los ácidos grasos. Llegan a las mitocondrias, allí se oxidan y se transforman en la energía. Energía que tu cuerpo utilizará para realizar todas sus funciones (pensar, respirar, digestión...), además tú potenciarás ese gasto energético con actividad. Así que la grasa no se derrite y ni se expulsa con el sudor, ni cuando vas al baño, ni se esfuma... La grasa se transforma en energía tras un proceso de oxidación de los ácidos grasos. Con esto entenderás que una crema no va a derretir la grasa, y que envolviéndote en plástico para sudar perderás líquidos pero no hará que expulses grasa.
¿CÓMO ACTIVAMOS LAS HORMONAS "QUEMA GRASA"?
No es que las hormonas quemen grasa por sí solas, lo que ocurre es que la presencia de determinadas hormonas propician la lipólisis (proceso que moviliza las grasas y propicia que se liberen los ácidos grasos como fuente de energía). Que tu cuerpo se muestre más o menos receptivo a liberar grasa no solo depende del déficit calórico, también del ambiente hormonal. Es decir, los alimentos que ingieres no solo aportan calorías, además producen una respuesta hormonal que condiciona la predisposición de acumular o de liberar grasa. Importan las calorías y la calidad y procedencia de esas calorías.
Los alimentos con un aporte elevado en carbohidratos simples elevan la presencia de insulina. Esto propicia la lipogénesis, proceso que transforma la glucosa de los carbohidratos en ácidos grasos que se almacenan en el tejido adiposo (acumulación de grasa).
La presencia de grasas poliinsaturadas (ejemplo, omega3) bloquea el proceso de lipogénesis. Por eso decimos que las grasas buenas ayudan a perder grasa, siempre y cuando se equilibre el aporte calórico.
Consumiendo alimentos ricos en proteína segregas glucagón, hormona que amortigua los niveles de insulina, tiene el efecto contrario a los carbohidratos. Ayuda a que se libere grasa, favorece la masa muscular (gran demandante de energía) y aumenta la sensación de saciedad.
En alimentación es muy importante el balanceo de los tres macronutrientes principales: carbohidratos, proteína y grasa. Encontrarás en el blog entradas específica de cada nutriente, efectos, consumo, aporte...
El ejercicio físico no solo consume energía y contribuye al déficit calórico, también promueve hormonas que activan la oxidación de las grasas como fuente de energía. La actividad intensa estimula el sistema nervioso y la presencia de catecolaminas. El entrenamiento de fuerza se vuelve fundamental, ya que además ayuda a la ganancia muscular y a una mayor presencia de mitocondrias (recuerda que son las encargadas de transformar los ácidos grasos en energía).
El descanso es esencial para que el cuerpo se muestre favorable a la pérdida de grasa. La falta de sueño y el estrés eleva los niveles de cortisol, hormona que bloquea la quema de grasa.
ALIMENTOS QUE PROPICIAN LA "QUEMA DE GRASA"
No existen alimentos que por sí solos quemen grasa. Sin embargo, si hay alimentos que por sus propiedades dibujan un escenario favorable a la oxidación de grasa como fuente de energía. Bien porque aporten ácidos grasos poliinsaturados, porque resulten muy saciantes, porque aporten pocas calorías y contribuyan a lograr déficit negativo, porque amortigüen los niveles de glucosa en sangre...
GRASA EN PROCESOS METABÓLICOS Y ENDOCRINOS
Las hormonas controlan los procesos metabólicos. El tejido adiposo (la grasa) es considerado el mayor órgano endocrino del cuerpo por su capacidad de segregar hormonas y sustancias que intervienen en funciones básicas: Metabólicas, reproductivas, estado de ánimo, regulación del apetito, crecimiento, gestión de la energía...
La grasa es necesaria para el organismo en unos rangos definidos para hombres y mujeres según su edad. Fuera de esos límites pueden verse alteradas algunas de sus funciones y desencadenar en enfermedad. Por ejemplo, dificultad para quedarse embarazada, trastornos alimenticios, depresión, diabetes, complicaciones circulatorias... La composición corporal no solo afecta a la apariencia, también a la salud.
La grasa no es ni buena, ni mala... Es necesaria!!
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